Ante la gran variedad de opciones disponibles en el mercado, y que a veces muy pocas personas conocen, se encuentran los calentadores eléctricos de piscinas, entonces aparecen las dudas sobre cuál es el producto ideal, la mejor alternativa para cada uno de nosotros. No es una decisión que debemos tomar a la ligera, porque al final, el agua caliente es una de esas cosas que nunca pueden faltar en el hogar. Las opciones principales se resumen en dos: calentadores eléctricos y los de gas.
El eléctrico, mucho más sencillo que el de gas, es un dispositivo que calienta el agua a través del uso de una resistencia en el interior del mismo. Entretanto, el de gas emplea ese elemento para encender una llama y de esta forma ir calentando el agua fría.
Veámos cuáles son las principales ventajas del calentador eléctrico sobre el de gas: La seguridad ante todo: Los calentadores eléctricos no utilizan gas, por lo que no hay una llama viva encendida en su casa, reduciendo el riesgo de fuego. Al no haber combustión, tampoco se generan gases nocivos.
Más fácil y menos costoso de instalar: Ya que no necesita ninguna conexión de gas, el calentador eléctrico es mucho más fácil de instalar.
Más ecológicos: Aunque el gas es un combustible que se considera más “limpio” que el carbón, la realidad es que tiene un impacto bastante negativo en la contaminación de la atmósfera de la Tierra. El gas natural está compuesto mayormente de metano, un elemento que es 84 veces más potente que el dióxido de carbono y por lo tanto su influencia en el proceso del calentamiento global es bastante grande. De manera que cada calentador a gas que se utiliza contribuye de forma negativa al cambio climático. El calentador eléctrico, entretanto, no emite ningún tipo de gas o contaminante a la atmósfera.